El aguacate se trata de una fruta muy popular y versátil, cuyo valor calórico es mayor al de otras frutas por su contenido en grasa, mayoritariamente monoinsaturada, principalmente ácido oleico,en el mismo porcentaje que el aceite de oliva. Esta grasa es importante por su función de regulación del colesterol (aumenta el colesterol bueno HDL) y prevención de enfermedades cardiovasculares como la aterosclerosis (falta de flexibilidad en las paredes de las arterias), la angina de pecho e incluso el infarto de miocardio.
Es rico en minerales como el potasio y el magnesio, y pobre en sodio, por lo que ayuda a evitar la retención de líquidos y a regular la presión arterial.
Destaca su contenido de vitamina E (cuyo efecto antioxidante ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro), vitamina A y C y de ciertas vitaminas del grupo B, como la B6 o piridoxina, que colabora en el buen funcionamiento del sistema nervioso y la B9 o ácido fólico, que ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares y durante el embarazo ayuda a prevenir defectos congénitos.
Es rico en luteína, este componente destaca por su efecto protector contra las enfermedades de los ojos (cataratas o degeneración macular) y su efecto preventivo en el cancer de próstata.
El aguacate a pesar de ser un alimento calórico, es interesante incluirlo en cualquier dieta de adelgazamiento, ya que su contenido graso hace que sea muy saciente y disminuye la sensación de hambre entre las comidas, y gracias a la fibra que contiene tiene un ligero efecto laxante.
Generalmente se come crudo, en ensaladas con otras verduras, en crema para untar sobre rebanadas de pan o en batidos de frutas y verduras. También se puede consumir caliente y añadirlo a purés de verduras a los que dará cremosidad. Es el principal ingrediente del guacamole. Y es un buen sustituto de la mantequilla o margarina, incluso de la mayonesa.
Una vez abierto, hay que consumirlo rápido ya que se oxida con facilidad y ennegrece con rapidez. Un truco que nos ayuda a conservarlo más tiempo es añadirle unas gotas de zumo de limón y envolverlo en un film transparente, cerrandolo bien para que no penetre el aire.