Es perfectamente factible y totalmente saludable la alimentación vegana en niños, sin ninguna carencia y sin riesgo alguno para su salud o crecimiento. Según la Asociación Americana de Dietética (ADA), “las dietas veganas son saludables, nutricionalmente adecuadas y pueden proporcionar beneficios para la salud en la prevención y en el tratamiento de ciertas enfermedades. Si están bien planificadas, son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluido el embarazo, la lactancia la infancia, la niñez y la adolescencia”. Es posible criar a un niño vegano sano, lo importante es tener las herramientas y las pautas necesarias para hacerlo de la forma adecuada y consultar a un dietista-nutricionista que resuelva cualquier duda que pueda surgir. La ingesta de colesterol y grasas saturadas de los niños vegetarianos suele ser sustancialmente menor con respecto a los que llevan una dieta omnívora y una ingesta superior de frutas, verdura y fibra. Por regla general, los niños vegetarianos son más delgados y poseen unos niveles más bajos de colesterol en sangre.
La mayoría de las pautas y recomendaciones generales que hay que seguir son aplicables a niños con una alimentación omnívora. La alimentación infantil debe ser adecuada, suficiente, completa y variada.
•Variedad: elegir entre un amplio abanico de alimentos (frutas, verduras, legumbres, cereales, frutos secos, semillas,…) a ser posible de temporada.
•Reducir el consumo de productos con bajo aporte nutricional y alto aporte energético, que además suelen ser ricos en grasas poco saludables, azúcar y/o sal, como bollos, golosinas, galletas, snacks, zumos,…
•La grasa a utilizar preferentemente debe ser el aceite de oliva virgen extra, a ser posible en crudo.
•Utilizar sal yodada (con moderación), a partir de los 8 meses aproximadamente.
•Los alimentos ricos en hierro deben estar acompañados con una fuente de Vitamina C, de forma que la absorción del hierro sea mayor. Sólo se debe suplementar el hierro cuando el pediatra así lo aconseje y en la dosis pautada por este.
•Leche materna: la lactancia materna es la mejor forma de aportar a los niños los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo saludables. La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los 6 primeros meses. A partir de entonces, se recomienda ofrecer al bebé alimentos seguros y apropiados para su edad, ofreciendo primero el pecho. Es recomendable prolongar la lactancia materna hasta los 2 años o más.
En cuanto al calendario de incorporación de alimentos no hay diferencias con respecto a los bebés no veganos. Los alimentos se irán introduciendo de forma escalonada en días diferentes, de uno en uno y en cantidades muy pequeñas para poder valorar la tolerancia del bebé. No es necesario que los alimentos se ofrezcan exclusivamente en forma de papilla, se puede dar en pequeños trocitos (plátano, zanahoria, calabacín, fruta blandita, pan,…) En esta etapa, el aporte nutricional debe ser mayor que en otras etapas de la vida ya que se encuentran en pleno crecimiento, pero su estómago todavía es pequeño, por eso es necesario ofrecer al niño alimentos con alta densidad nutricional. Según la ADA, el crecimiento de los niños veganos es similar al de los niños no veganos. Tan sólo se ha observado un crecimiento deficiente en niños con dietas muy restrictivas, como crudiveganas o frugívoras, que desaconsejan a estas edades. Con respecto a la adolescencia, el crecimiento también es similar. Estudios recientes indican que tampoco hay diferencia en cuanto a la aparición de la menarquia (1a menstruación) en las adolescentes. De hecho, según la ADA, las dietas veganas parecen ofrecer algunas ventajas nutricionales para los adolescentes, ya que su consumo de fibra, hierro, ácido fólico, vitamina A y vitamina C suele ser mayor que el de los adolescentes no veganos.
•Las proteínas es uno de los temas que generan más dudas o desconfianza cuando un niño sigue una dieta vegana, a pesar de que su déficit es muy raro, incluso entre los veganos, siempre que tengamos a mano un amplio abanico de alimentos. Las proteínas no son un monopolio de los productos de origen animal. Según la ADA “los niños veganos puede que tengan unas necesidades proteicas algo superiores debido a las diferencias en cuanto a digestibilidad proteica y a la composición de aminoácidos, pero dichas necesidades proteicas generalmente son satisfechas cuando las dietas tienen un adecuado aporte energético y una variedad de alimentos vegetales”. Algunos ejemplos de alimentos ricos en proteinas diferentes a los de origen animal son el tofu, tempeh, quinoa, legumbres a las que se les habrá retirado la piel previamente, o frutos secos. Hoy por hoy, sabemos que no es cierta la teoría de combinar en una misma comida alimentos proteicos con diferentes aminoácidos para formar una proteína “completa” como lentejas (pobre en metionina) con arroz (pobre en lisina) para conseguir un aporte idóneo de proteínas en la dieta.