Seguramente hayas oído hablar de la quinoa, ya que se ha convertido en un alimento muy consumido en la actualidad, debido a sus características. En este artículo os mostramos las propiedades de la quinoa, para que la conozcas un poquito más.
¿Qué es la Quinoa?
La quinoa es una semilla, que puede consumirse como un cereal, por eso se le considera un pseudocereal. Tiene un alto valor nutricional. De hecho, aporta un alto contenido en hidratos de carbono complejos y posee un óptimo balance de proteínas que va desde el 16 al 23%, (más del doble que cualquier cereal); y de grasas que van del 4 al 9%. Por tanto, si la comparamos con la mayoría de los cereales, ésta contiene muchas más proteínas y grasas, aunque éstas últimas son insaturadas, destacándose la presencia de ácidos grasos omega 3 y omega 6. Hay que destacar igualmente su alto aporte de fibra, mayor que en otros granos.
Es rica en almidón y en vitaminas del grupo B y E y destaca el contenido en potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro y zinc. Desde el punto de vista dietético, tiene gran cantidad de aminoácidos esenciales, destacando la lisina, importante para el desarrollo del cerebro, y la arginina e histidina, imprescindibles para el desarrollo humano durante la infancia.
La quinoa no contiene gluten, por lo que puede ser consumida por personas celiacas. Además, dado a su bajo índice glucémico, es un alimento apropiado para personas con diabetes. Para los deportistas también es un alimento interesante, debido a la presencia de minerales importantes, hidratos de carbono y proteínas. Debido a su alta cantidad en fibra, puede ser beneficiosa para personas con estreñimiento.
¿Cómo prepararla?
Para consumir la quinoa es importante primeramente hacer un lavado de las semillas, frotándolas suavemente debajo del agua, utilizando un colador o tamiz. Esto hará que no quede el sabor amargo característico de las saponinas.
Posteriormente, se hierve unos 15-20 minutos, hasta que se abra la semilla. Finalmente, se cuela y se sirve. La podemos utilizar en infinidad de platos, como por ejemplo en ensaladas, salteados, como sustituto de la avena en el desayuno, para hacer hamburguesas, etc.
¡Pruébala! Seguro que te gusta y descubres un nuevo alimento.