Hace poco más de una semana, despedíamos el 2017 comiendo uvas, una tradición que repetimos año tras año. Hoy vamos a aprovechar para contaros las propiedades de las uvas, tanto las nutricionales como las terapéuticas.
La uva es el fruto de la vid (vitis vinifera). Existe gran variedad, que se diferencian por su color y su sabor.
En cuanto a sus propiedades nutricionales, las uvas contienen un 80% de agua y son ricas en fibra. Su contenido en azúcares (glucosa y fructosa) es alto, por lo que poseen un alto valor calórico, unas 60 kcal por cada 100 gramos. Lógicamente, la concentración de azúcares en las uvas pasas es mayor, y esto hace que estas últimas lleguen a tener 260 kcal por cada 100 gramos.
Por otra parte aportan pocas proteínas y apenas grasa. Sin embargo, son fuente de vitamina B3, calcio, hierro, magnesio, fósforo y bastante potasio.
Estas frutas poseen un gran poder antioxidante, el cual ayuda a combatir los radicales libres que son los principales causantes del envejecimiento. Por otra parte, tienen propiedades laxantes (son muy ricas en pectina), por tanto las personas con intestinos muy delicados deben tener cuidado. Además, poseen propiedades remineralizantes y alcalinizantes ya que contienen un 72 % de sales minerales alcalinas. Son ideales para niños y ancianos, como aporte nutricional, y también para adultos que ne
cesiten una buena fuente de energía. Las personas convalecientes pueden beneficiarse en gran medida de su consumo, ya que, a menudo, no tienen apetito y las uvas son fáciles de tomar, les aporta líquidos, energía, depura y nutre. No son aconsejables en exceso para los diabéticos.
Como todas las semanas, el jueves os dejaremos varias recetas para utilizar las uvas en la cocina de formas diferentes. ¡Estad atentos!